Lo bueno de los años es que curan heridas
lo malo de tus canciones es que crean adiccion!! Si, Joaquín estoy viajando a verte, a cantar y a llorar con vos, como tantas veces, como lo voy a hacer siempre.
Recuerdo los años en que te conocí, y me enamoré de tu música, de tu áspera voz, de tus poemas de amor Sabina!, solía llorar algunas noches pensando en que jamás te iva a poder ver sobre un escenario, que mi sueño no se iba a hacer realidad, pues, cuando llegaste con tu arte a mi vida, estabas transitando tu"nube negra", tu sueño sin paz, tu encierro involuntario, tus ganas de matar.... Y yo, también estaba transitando mi nube negra, supongo que por eso me enamoré de vos, le pusiste letra a mis tragedias y le pusiste palabras a mi dolor.
Crecí escuchando a Joaquín, y es un orgullo decirlo, formé mi personalidad, mi estilo entre su humo y su wisky, sus putas y su desilución.
El primer concierto al que fuí, no lo voy a olvidar jamás... lo recuerdo como uno de los momentos más felices de mi vida, mi sueño hecho realidad, recuerdo que me repetía en la cabeza minutos antes de verlos salir: "hasta que no lo vea no lo voy a creer", y ahí estaba él, igualito a las fotos, a las tapas de todos mis cds, al rostro que le daba a sus canciones, a mi viejito infantil. Ése día supe por primera vez lo inexplicable y lo inmenso del término "llorar de alegría", fueron tres horas de llanto imparable, frenético y desmedido puramente de felicidad, de emoción, de la satisfacción que te da sentir que estás exactamente donde quisieras estar, y que te quedarías ahí por el resto de tu vida, sé que es eso lo que sentí.
Me dí cuenta que además de que eras mi ídolo, mi cantante por elección, también te quería, como quiere un ser humano a otro, cuando lo conoce y lo elije sin tapujos, cuando ví que se te llenaron los ojos de lágrimas en el escenario, y yo..que había leído cada palabra tuya, en cada libro, en cada nota, en cada entrevista, sabía a qué se debían ésas lágrimas, sabía lo que debías sentir... y moría de ganas de abrazarte, de decirte ¡GRACIAS! y de decirte... Joaco, levántate y anda! sos el mejor, siempre vas a poder con todo.
Y te miraba y lloraba con vos, sentía ternura de ése viejo atorrante que sufre como un chico, que tiene miedo y que estaba completamente fascinado al vernos ahí a miles y miles de personas que sólo vamos a verte a vos, a ser felices con lo que sale de tu corazón, y vos: que todavía no la podés creer.
Hoy, una vez más estoy viajando a verte, mañana será nuestra noche inolvidable, nuestra cita pendiente.
Por eso, a tí que has compartido conmigo una almohada en el infierno, te sigo a todas partes y te mando con besos en el aire parte de mi juventud, para que nunca se acabe éste dolor de muelas aliviado, ahora que las tormentas son tan breves y los duelos no se atreven a dolernos demasiado...
Allá voy mi Sabina querido, gracias por tanto, mañana será una noche inolvidable, como todas las que tengo el placer de ser tu espectadora!
Así que ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto…
del corazón.
"Telarañas en la ropa,
tigres en el balcón,
alacranes en la boca
miedo en el corazón".
Os conatré a mi regreso.... :)
Buenisimo Carlita. Me enganche mal con tu blog. Cuanto dolor mixturado con la frescura de la juventud.
ResponderEliminarEsta bueno que puedas volcar en letras tus vivencias. La angustias son angosturas del alma y hay que soltarlas.
Un beso grande y hasta tu proxima catarsis.
Mamacha