Que sólo voy a darte cosas que duelan, te dije...
que me gustaría explicarte y que entiendas, pero no puedo.
Vos me miraste, confundido y triste,
en el túnel oscuro debajo de las sábanas blancas
me besaste la frente, sonreíste.
Con la punta de los dedos adivinaba los gestos de tu cara,
me mordiste y dijiste: Cuidado! "hay cosas inevitables, mi amor".
Me puse las patas de rana, te abracé fuerte y me fuí nadando...
bajando de la cama. Quise agarrarte de los pies. No lo hice.
Me fuí buscando un lugar donde esconderme, quería buscar excusas
que me hicieran sentir menos culpable. Tenía miedo de descubrir
que sí, podíamos ser felices.
Y me dí vuelta y ahí estabas, sonriendo, alto y tranquilo...
"Ví las burbujas, me dijiste, no fuiste tan lejos".
La culpa no existe, siempre me decías.
Ahora lo sé,te dije, pero necesitaba entender.
- ¿Lo hiciste?
Estoy en éso, te respondí.
lunes, 26 de septiembre de 2011
sábado, 24 de septiembre de 2011
OBJETOS PERDIDOS
Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
Mendoza, Argentina 1944
La mufa
Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
Mendoza, Argentina 1944
La mufa
Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
jueves, 22 de septiembre de 2011
De un presente, a veces ausente.
Besos con sal, tardes de oficina y planes...
noches de amor y soledad,
tus manos enredándose en mi pelo,
tu perfume en mi nariz al despertar.
Todo lo que tenemos, y tuvimos,
secretos, amores y algo más.
Tu nombre en alguna hoja perdida,
algún viaje del que puedo no regresar.
No me creas si te digo que no me voy lejos,
si me voy es porque quiero escapar...
Necesito que me atrapes para siempre,
porque hay cosas que no puedo manejar.
noches de amor y soledad,
tus manos enredándose en mi pelo,
tu perfume en mi nariz al despertar.
Todo lo que tenemos, y tuvimos,
secretos, amores y algo más.
Tu nombre en alguna hoja perdida,
algún viaje del que puedo no regresar.
No me creas si te digo que no me voy lejos,
si me voy es porque quiero escapar...
Necesito que me atrapes para siempre,
porque hay cosas que no puedo manejar.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Como el ave fenix que renace de sus propias cenizas, es decir, que NACE cuando muere, de ése modo me encuentro reviviendo todo el tiempo.
Dicen que la muerte más dolorosa es la que te mata lentamente, cada día un poco más, la más dulce y la más cruel de todas las muertes para mí es la de no tenerte.
Algunas noches me acuesto desarmada, junto los pedazos y los llevo a la cama, los acomodo y me hundo en un sueño en el que no dejo de despertar tu ausencia. Luego me levanto a la mañana entera, fuerte, y salgo a encarar la vida como si no hubieses pertenecido a mi jamás.
Como ése ave fénix que llevo tatuado en mi piel, que lleva años y años ahí, sin más verdad que la de ser una parte más de mí, una decisión lejana, tal vez un error, tal vez un acierto, pero una marca al fin, un elemento, algo personal.
De ese modo estás adentro mío, tatuado, inmortalizado, instalado... a veces olvido que te tengo ahí "impreso", a veces sos un tatuaje que arde y que duele, que late y que calma.
Pero como cada tatuaje, como cada lunar, como cada cicatriz... te llevo conmigo, te siento cerca, adentro, afuera, por todos lados... como algo que se niega a dejarme seguir sola.
Para acordarme, a veces, que llevo tatuado ése ave fenix, no tengo más que mirarme el cuerpo en el espejo,o verme el hombro de reojo...o descubrirme en la mirada que se posa en ése lugar.
En cambio, para acordarme que te llevo tatuado a vos, me basta con abrir los ojos y estar viva.
martes, 6 de septiembre de 2011
Ahora que la adolescencia es un SEPTIEMBRE lejano .
Nos vamos dando cuenta de que estamos más grandes, por no decir "más viejos", cuando el tiempo en que todas las cosas tenían respuesta, es cada vez más lejano...
Crecemos, y de repente, nos cambian las preguntas, leemos más y dormimos menos, deambulamos por la casa con las luces apagadas buscando quizás alguna respuesta que dejamos en la almohada.
Y de repente nos llenamos de vida, y nos inundan las ganas : de viajar, de ser, de conocer, de vivir.... y la escencia de la vida eterna, de la juventud y el porvenir nos corre por las venas, y le faltan horas al día, y besos a los encuentros, y palabras a los ojos... y nos sobra parte del elenco.
Miro para atrás y TODO tiene remedio, me desprendo de lo ajeno y me alimento de lo bueno, te dejo ir y ya no te espero.... me levanto temprano, respiro, me desperezo... abro los ojos y sonrío con el cuerpo.
Todo lo que necesito para vivir, lo tengo... de chica tenía un conejo y a veces soñaba con escapar de casa y vivir huyendo, siempre decía "todo lo que llevaría es mi conejo", éssta foto me hizo acordar a aquella niñez tan despreocupada, y pensé...hoy también agarraría "mi pato" y me iría, pero a cumplir mis sueños... la vida me dió más que un pato, o un conejo, me dió un chiquito de medio metro, la cosa más linda que vieron mis ojos en toda la vida.... TODO lo que me llevaría hoy, en cualquier viaje, sería él y su manito aferrada a mis dedos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)