Te aseguro que habrán momentos realmente difíciles,
que vamos a querer dejarlo todo más de una vez,
y vamos a sufrir, quizás más de la cuenta,
vamos a necesitarnos y seguir estando lejos...
Pero también te aseguro, que no existió jamás,
en todo este tiempo, nunca, un solo minuto en que
me haya arrepentido de que te hayas cruzado en mi camino...
no cambiaría nada, ni el paso en falso más grande,
ni el mensaje que no mandé cuando quise hacerlo,
ni todas mis lágrimas, ni mis dientes apretados sin entender,
ni tus ausencias y tus silencios, ni tu frialdad, ni tu amor.
Cuando te fuiste, me perdí por ahí, y aunque tuviera que pasarme la vida
ignorando lo que sentía, tenía una sola cosa en claro: por más difícil
que fuera yo no iba a volver la vista atrás, ni al costado, ni adentro...
y sobre todo, no iba a agarrar ninguna calle, ningun atajo, en el que tuviera
que doblar en una curva, porque sentía que a la vuelta de cualquier esquina
podías aparecer y derrumbarlo todo en un segundo, jugar con un amor que
vos todavía no entendías, porque no conocías... Fué así que
camine en línea recta, derecho,
"para adelante", con la idea de que avanzando vos quedabas atrás...
lo que yo no sabía, es que después de ése tiempo separados, la vida me estaba llevándo
nada más que hacia vos, y avanzé, y ahí estabas, esperándome, con más miedo que yo,
y sin poder explicarte nada, nos encontramos de nuevo, libres, decididos y dispuestos.
Y acá estamos, poniéndolo todo y jugando a construir un futuro juntos.
Continuará..... ¿continuará? (ya lo sabremos..)
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